Wednesday, December 17, 2003

El artista y el poder
una pregunta abierta
Por Jorge E. González Ayala


En la película Requiem por un imperio de István Szabó, se plantea un dilema moral; ¿se debe condenar o no a un distinguido artista por haber sido ambiguo con respecto a los crímenes del nazismo? En la historia el distinguido director de la Orquesta Filarmónica de Berlin, Wilhem Furtwängler, admirado y reconocido en la calle por sus interpretaciones de Bethoveen y Bruckner, considerado un genio en vida, es investigado e interrogado por un inculto pero hábil detective de una compañía de seguros norteamericana al servicio del ejército.
El filme y sus personajes pueden dar pie a una infinidad de interpretaciones, históricas, artísticas y cinematográficas; el surgimiento de un nuevo Imperio que desconoce la cultura del que cae para imponer la propia, o el papel de los protagonistas, desde la secretaria del fiscal, hija de un general del Reich que conspiró contra Hilter, hasta el asistente judío que admira sin contemplaciones al director y el general soviético que se siente igualmente atrapado en un sistema al que censura veladamente, así como los celos que Furtwängler sentía por el joven y prodigioso Von Karajan, él si, suscrito al partido Nazi.

El mayor argumento de la defensa de Furtwängler, es que en un concierto previo al cumpleaños del dictador evadió rendirle honores con el famoso saludo nazi bajo el pretexto de llevar la batuta en la mano y que utilizó sus diversas influencias para ayudar a escapar a numerosos judíos. Sin embargo, su persecutor vé en estos gestos ambiguos intentos para tapar lo que para él es evidente, que el afamado artista se benefició del régimen, no lo censuró y mantuvo a conveniencia una distancia precaria.
De esta anécdota surgen de nuevo viejas preguntas; ¿Qué papel debe jugar el artista frente al poder? Evidentemente su sensibilidad y talento no tienen nada que ver con su posición política, sin embargo desde la Revolución Francesa, el artista e intelectual se insertó en la sociedad no sólo como un crítico de su sociedad, sino como un participante activo en las transformaciones sociales, es desde entónces la obra un reflejo de la sociedad y no sólo un producto artesanal destinado a la contemplación pasiva. Y si bien desde el estrenduoso fracaso del realismo social quedó claro que el arte no puede verse obligado per se al proselitismo panfletario, ¿debe o no el artista tener una posición clara ante el poder? Si bien su obra concreta es independiente a su entorno, ¿repercuten sus desiciones personales en la sociedad? Todas las tiranías, sistemas totalitarios y corrientes políticas han buscado a lo largo de la historia legitimarse a través del arte y el trabajo de los intelectuales. El llamado intelectual orgánico que sirve al poder es un viejo personaje desde las antiguas cortes europeas. ¿Cuál es la responsabilidad del artista con su entorno? Dalí no tenía el menor inconveniente de vivir bajo el régimen de Franco que asesinó a su amigo García Lorca, a Picasso por el contrario le parecía inadmisible. Mistral durante la ocupación nazi en Francia jamás se pronunció contra el invasor, años más tarde dedicó una de sus más célebres series al pueblo judío, se dice que por remordimiento. Claudio Arrau se negó a interpretar la marcha con la que era recibido Pinochet en todo Chile, sin embargo, el concertista tocó para el genocida que asesinó a más de 3 mil de sus compatriotas. David Bowie se negó a tocar en la España franquista, hecho que la cantante Alaska no le perdona por considerar que ella no tenía la culpa de haber vivido su adolescencia bajo el yugo de un tirano.

¿La cercanía del artista con el poderoso compromete al artista? ¿En qué sentido, si García Márquez es amigo de un dictador como Fidel Castro, su obra se demerita? Ahora bien, si su amistad con Castro lo enemista con el Imperio más poderoso del mundo contemporáneo, ¿su obra se hace más relevante?

En México, la relación entre intelectuales y artistas con el poder tiene una larga historia llena de múltiples ejemplos y variantes. Es Octavio Paz y su relación con el régimen emanado de la revolución el más visible por ser el artista e intelectual mexicano más importante del Siglo XX. Poeta, crítico y ensayista, Paz se mantuvo en el centro mismo del devenir intelectual desde su temprana juventud en que asistió al frente de la Guerra Civil Española junto con la comitiva de la Liga de Artistas Revolucionarios. Polémico, crítico feróz de la izquierda en tiempos en que eso era mal visto en ciertos círculos intelectuales y siempre, de alguna manera, cercano al poder, Paz en sus virtudes y contradicciones era un personaje emblemático, paradójico y paradigmático. No tengo la intención de comparar el régimen nazi con el priista, ni de poner en tela de juicio la obra intelectual y artística de Paz, sólo pretendo, como un ejercicio de análisis social, trasladar a nuestro contexto el dilema que plantea el filme de Szabó, para desde nuestra perspectiva encontrar los elementos que nos permitan contestar la pregunta; ¿cuál debe de ser la postura del artista frente al poder? ya sea éste, político, económico, religioso o burocrático.

En 1968, tras la matanza de Tlatelolco, Paz en un hecho inusitado, como protesta, renunció al cargo diplomático que desempeñaba en la India. Díaz Ordáz montó en cólera, nunca le perdono el agravio público al poeta, años más tarde seguía declarando ante la prensa que Octavio Paz había renunciado a un cargo en el gobierno para aceptar otro. Paz fue el único personaje distinguido del stablishment, junto con el Rector de la Universidad, que se atrevió a pronunciar en voz alta su desacuerdo con la represión. Otros intelectuales importantes que se opusieron abiertamente al régimen encontraron la clandestinidad o Lecumberri, como José Revueltas y Heberto Castillo.

La protesta de Paz fue, sin lugar a dudas, un duro golpe al presidencialismo que se encontraba en su punto más alto y represivo, que el escritor pudo llevar a cabo libremente por ser ya desde entónces la máxima figura intelectual de nuestro país y una de las más importantes del mundo. El suyo fue un acto valiente, si, pero realizado desde una posición muy cómoda. Esa posición no era tampoco su culpa, era producto de su trabajo, pero, ¿habría podido hacerlo de no ser precisamente Octavio Paz? No lo sabemos. Lo que si sabemos es que no rompió con el presidencialismo y las instituciones que lo sostenían, rompió con el presidente en turno, en este caso Gustavo Díaz Ordáz. Después y hasta su muerte el Nobel de literatura gozó de los favores de un poder que lo procuraba, desde presidentes hasta empresarios buscaban congeniar con el poeta. Paz no fue el único que se benefició del sistema, muchos, muchísimos, aceptaron puestos al interior del gobierno y gozaron de velados o expuestos favores. Y si bien no es lo mismo el artista que sortea las aguas en aras de la sobrevivencia, que la eminencia que se beneficia del sistema y de su status personal, la complacencia ante un sistema represor y en muchos casos ilegitimo, abre muchas dudas acerca de una clase creadora comodina y crítica por conveniencia. La obra realmente no se altera, pero siendo personajes públicos se les toma como individuos representativos de la sociedad.

En la actualidad qué posición tiene la comunidad artística frente a los retos de la transición y los problemas nacionales. Los puestos de la burocracia cultural, las becas, apoyos, estancias en el extranjero y demás prebendas, ¿han cooptado a los artistas?, o simplemente no hay el interés de ser crítico. Hoy en día, quién dice esta boca es mía frente a las desigualdades, o crímenes como el de Digna Ochoa. Quién dentro de la comunidad artística se atreve a poner en duda los méritos de la actual directora de CONACULTA. Más allá de las grillas por tal o cuál puesto, tal o cual revista o museo, ¿cuáles son las preocupaciones de los artistas mexicanos del Siglo XXI? ¿Los agregados culturales en el extranjero son legitimadores de una transición o simplemente entes convenientemente alejados del debate nacional? Las nuevas generaciones de artistas, ¿qué posición tienen ante el poder? Todas estas siguen siendo preguntas abiertas.

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