Consejos para el genio Chilango
del Siglo XXI
Por Jorge E. González Ayala


Los tiempos cambian y no son iguales las circunstancias que propiciaban el encumbramiento de los talentos de antaño. Por ello y para orientar a las nuevas generaciones de creadores y en provecho de ese futuro país de lectores, he aquí algunos consejos para el Genio Chilango del Siglo XXI.

- Sea funcionario público. Alguna vez me encontré a un antiguo compañero de bachillerato al que nunca le adiviné vocación alguna. Tras años sin vernos me lo topé laborando como reportero cultural y con el firme propósito de ser escritor. Cuando le pregunté dónde se veía en veinte años no dudo ni un momento, no era como autor consagrado tras publicar sin número de libros, no, nada de eso, su respuesta textual fue: Como director del Conaculta. ¡Eureka! ¿Para qué quemarse el seso escribiendo novelas, ensayos, cuentos y poemas?, si con ingresar a la burocracia cultural se obtiene todo el reconocimiento que nuestro ego requiere; quién dejará de saludarte y tratarte bien si eres el que otorga las becas, subdirecciones, apoyos y residencias. Quién se negará a publicarte o a reconocer el genio de todos y cada uno de tus escritos, sería inconcebible. Lo único que agregaría yo a la receta es la recomendación de escribir al menos una biografía que asegure el tan añorado puesto, no permitas que ningún vival oportunista te arrebate la gloria.

- Asegure su posteridad. En el pasado los más íntimos secretos de los artistas quedaban para la posteridad en su basta correspondencia con esposas, amantes, colegas y benefactores. Muchas veces las claves más sutiles para comprender en toda su extensión la obra de determinado autor se encontraba en alguna misiva que envió durante una profunda depresión a la nana que lo cuidaba en su tierna infancia. Tras la muerte del artista, estos documentos adquirían un valor incalculable y eran disputados por numerosos investigadores. Pero, qué hacer en tiempos en que el internet ha desplazado por completo a la tinta y el papel. Cómo conservar para la posteridad tan valiosa información y evitar que se pierda en el ciberespacio. Fácil, nuestro genio en potencia deberá enviar absolutamente toda su correspondencia cibernética con copia al Archivo General de la Nación (archivogeneraldelanacion@segob.gob.mx), así quedarán disponibles para futuras generaciones desde citas en cantinas y memorandums burocráticos, hasta los más profundos pormenores de la vida del candidato a prócer de la cultura nacional.

- Localice su público objetivo. En tiempos globalizados, nada mejor que tener un plan de marketing adecuado. Exposición es la palabra mágica para vender desde papel de baño, hasta, por qué no, un premio Nobel. Además de contratar un buen publicista, asegúrese, por ejemplo, de aparecer a como de lugar en la segunda parte de Ricas y Famosas de Daniela Russell. Busque una pose sofisticada entre los animales disecados sobre la alberca que adorna su humilde sala y permita que su libro sobresalga de entre una montaña de osos de peluches cuidadosamente colocados sobre el mayordomo que impávido mira a la cámara. Si usted no tiene el abolengo para aparecer en dicho libro, entonces deje de leer esto y búsquese un oficio digno, el arte es para gente solvente, bien formada en Europa, Nueva York, Polanco. No sea usted ingenuo y crea que le van a dar una beca si en verdad necesita el dinero. Para sobresalir primero hay que ser chic, no lo olvide.

- Conozca a la gente correcta. Recuerde que la etiqueta cultural en un país como el nuestro es sumamente rígida. Ni por equivocación se le ocurra cuestionar a los lambiscones que rodean a los consagrados, o a los grupos que cierran filas alrededor de una revista. Para que le reconozcan su genio recuerde que primero debe de reconocer el genio de los demás, es la regla de oro, tratar a los otros como desea que lo traten a usted. Así que desvivase en elogios, vivas y hurras, con gente que ni conoce pero que ya se ha ganado un lugar en nuestro mundillo cultural, nunca se limite para decirles lo maravillosos que son, lamer botas no es ningún sacrificio cuando es por el bien de nuestra cultura, recuerde que el día de mañana puede ser usted el halagado.

- Salga siempre en la foto. No pierda la oportunidad de aparecer en absolutamente todos los acontecimientos de nuestro ámbito cultural. Exposiciones, inauguraciones, seminarios, fiestas y presentaciones de libros se llevan a cabo todos los días en nuestra ciudad. Brinde con los consagrados, funcionarios, embajadores y patrocinadores. Cace de ser posible a los fotógrafos de sociales y de los suplementos culturales para que inmortalicen esos históricos momentos que después serán material invaluable para retrospectivas y por qué no, biografías y memorias. Hágase conocido, soborne a los meseros para que se encarguen de tener bien servidos a los que lo rodean. Las relaciones públicas son uno de los mayores secretos del éxito.

- Sea políticamente correcto. Abrigue las causas nobles de nuestra sociedad y sobre todo aquellas que ya abrigan las buenas conciencias de nuestro mundo artístico e intelectual. Greenpeace, Amnistía Internacional, Zapatismo, pacifismo y hasta el Teletón. Demuestre su sincera preocupación por los problemas del mundo. Encabece las marchas junto a Ofelia Medina y Ana Colchero, muestre su más profunda indignación ante las propuestas de gravar con IVA los libros, llore con la Poniatowska por los estudiantes pobres que cierran durante meses la universidad y encueran maestros, siga con emoción cada programa de Cristina Pacheco y conozca de cerca la pobreza de nuestra ciudad. Defienda al cine mexicano como si la vida se le fuera en ello y sobre todo, a las instituciones culturales, fuente de trabajo de miles y miles de burócratas abnegados, nuevos santos laicos cuya única misión es poner en alto el nombre de la patria, recuerde la vieja premisa; vivir fuera del presupuesto, es vivir en el engaño.

- Busque el camino fácil. No quiera competir con genios como el de Cauduro, Toledo, Fuentes o Lavista, que con tantos años de disciplina, trabajo y talento han forjado su carrera. Búsquese medios a la medida de sus posibilidades para plasmar su creatividad e inquietudes. Conviértase en artista plástico y haga ingeniosas instalaciones con el material de desecho de su última mudanza, o en videoasta y consiga que patrocinen sus cortos llenos de salsa catsup, desnudos injustificados y diálogos incomprensibles. Fotografíe luchadores enmascarados, taxis retacados de peluche, mercados populares y prostitutas de la merced. Ponga una productora de comerciales y repita a los cuatro vientos que es un cineasta independiente. Vístase super moderno y en todas las fiestas de la Condesa diga que es curador de exposiciones. Incursione en el performance para simular actos de zoofilia en el X Teresa o trasvestirse sin pasar por gay. Aprenda náhuatl y consiga uno de los muchos apoyos para escritores en lenguas indígenas. Funde una revista independiente para publicar un único número de colección lleno de vulgaridades, lugares comunes y chistes privados. Haga de su cuerpo una obra de arte, con tatuajes, piercings y todo tipo de perforaciones extravagantes. Llamar la atención a como de lugar, también es un arte.

- No sea dejado. Si todo lo anterior no da los resultados esperados y nadie todavía reconoce su genio y peor aún, sigue sin contar con patrocinadores dignos de su estilo de vida, no se deje. No permita que desconozcan sus esfuerzos, envíe cartas a los principales diarios y revistas, denuncie el nepotismo y favoritismo de las autoridades y mafias culturales, incluso pague desplegados junto con sus demás amigos artistas. Pida espacios y claro, presupuesto, para todas las manifestaciones artísticas, desde el grafitti hasta el arte sonoro (what ever it means). Opóngase a las elitistas políticas culturales de la federación y también al populismo ignorante de la Secretaria de Cultura, forme parte de la vanguardia que señala el atraso de nuestro medio artístico frente a las innovaciones de Barcelona, Berlín, Londres y Tepito Arte Acá. Desde su loft en Polanco, sea el portavoz de aquellos fuera del mainstream acomodaticio y burgués. Verá como la grilla, es la mejor forma para conseguir el anhelado reconocimiento y por ende, su beca.

No lo olvide, la patria requiere genios y usted puede ser uno de ellos.

texto publicado en la revista Amor Chilango, enero 2004 Copyright
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