Wednesday, April 27, 2005

Politikamente Inkorrecto

Tanto apoyo, ¿a cambio de qué?
Por Jorge E. González Ayala

Había una vez un candidato presidencial carismático, de discurso comprometido que puso a temblar a los poderosos y dio esperanza a un pueblo hambriento de cambios y anhelos democráticos. Los poderosos, como pudieron se defendieron y trataron de impedir que llegara a presidente. “¡Es un radical!”, azuzaban en los medios de comunicación, “¡Un loco que nos llevará a la ruina!”. Sin embargo, este hombre logró lo imposible, llegar a la presidencia desde la oposición, su nombre es Vicente Fox. Desgraciadamente, la legitimidad y gigantesco capital político lo despilfarró en idas a misa, enjaretarnos a toda costa a su esposa y nadar de muertito (¿y yo por qué?). La última es la abierta traición a su discurso democrático al tratar de inhabilitar a toda costa de inhabilitar a López Obrador, esto aunado a su alianza con el PRI, no hace más que levantar la sospecha de que la cacareada transición del 2000 fue pactada en lo oscurito con la oligarquía, como quien dice, la transición fue y es hasta el momento una fantasía, otro pueblo vaquero en el discurso de Foxilandia. Aquellos que votaron por él, lo hicieron ¿a cambio de qué?

Ahora surge de nuevo un candidato presidencial carismático, de discurso comprometido que ha puesto a temblar a los poderosos y da esperanza a un pueblo hambriento de cambios y anhelos democráticos. Los poderosos, como pueden se defienden y tratan de impedir que llegue a presidente. “¡Es un radical!”, azuzan los medios de comunicación, “¡Un loco que nos llevará a la ruina!”. Ante la embestida oligárquica, comienza el despertar de una población que simpatiza con el atacado. La ruidosa marcha silenciosa es prueba innegable del disgusto generalizado. Queda a los políticamente incorrectos preguntar, ¿tanto apoyo a cambió de qué? No vaya ser que de llegar a la presidencia esos defectitos del candidato, se den más a notar. Como gobernante se ha negado a ser auditado, bloqueó cualquier intento de transparentar las finanzas públicas, su gobierno es tan vertical como el de un priista, la asamblea es una aplanadora a su servicio, sus asesores más cercanos fueron descubiertos recibiendo maletas y bolsas de dinero, su austero informe lo realizó en el Auditorio Nacional, igual que López Portillo y Echeverría, con besa manos y todo, la cultura le importa sorbete en tanto no le llene el Zócalo de personas y apoyo. Vale preguntar ahora, para que dentro de seis años no andemos chillando.

Toca cuestionar a los politicamente correctos:
Elenita y Taibo II, en la pasada huelga de la UNAM, ¿no corrieron a apoyar un movimiento universitario sin pies ni cabeza para guardar un vergonzoso silencio ante el cierre de casi un año de la máxima casa de estudios?
Camacho y Ebrard, ¿no eran los lame pies de Salinas, hasta que éste los sacó de la jugada? ¿Alguna vez cuestionaron las elecciones del ’88? De hecho todo el pleito del Encino tiene su origen en una movida del entonces gobernante de la ciudad.
Los hijos del CEU (Batres, Muñozes y demás sanguijuelas), ¿Qué opinan de la billetiza que agarró Imaz? (quien por cierto debería de estar en la cárcel), de Cárdenas a Robles y luego AMLO, ¿el único fin de apoyar al Tlatoani en turno es asegurar hueso?
Todos los demás, ¿no eran priistas hace unos años? Bueno, incluyendo a AMLO.

Queda en el aire la pregunta, ¿tanto apoyo a cambio de qué? Díganmelo, ¿a cambio de qué?

jega10@yahoo.com

No comments: